Los problemas del orgullo para el fin de año
Algunos tienen la manía de esperar después de las doce, algunos tienen la fuerte convicción de que un día en el calendario puede tener un poder tal que cambia el rumbo de las personas, que colapsa con lo malo y de alguna manera reinicia todo; como si la vida nos diera una nueva oportunidad, una que llega solo cada 365 días, una oportunidad tal que es necesario celebrarla en familia. Las oportunidades puede que estén en un año o en un día especifico pero, las oportunidades no llegan, no estas nacen, se cosechan, se van regando y en un día cualquiera aparecen. ¿Es entonces la oportunidad algo efímero? ¿Algo que aparece espontáneamente? Tal vez sea mejor que no emita opinión alguna acerca de las oportunidades, tal vez sea mejor que cada uno sienta lo que tenga que sentir, que la ilusión le de fuerzas o la verdad le despeje la mente, a fin de cuentas no importa ni cómo ni cuándo aparece una oportunidad, lo importante es aprovecharla.
Pareciera que el año nuevo es la vía de escape para todos, algunos celebran la culminación de un año excelente y otros agradecen que ya termino. No importa que esperamos para el año que viene, no importa mucho si hacemos planes para el siguiente, no importa esperar el futuro si no podemos aprender del pasado, si no podemos sonreír al mirar atrás y en este presente disfrutar lo que tenemos, lo que somos, en lo que nos hemos convertido. Para bien o para mal hoy estamos aquí y es lo que importa.
¿Entonces? cual es en anhelo del año que viene en camino, si a fin de cuentas nos hemos convertido en una máquina de angustia, esperamos con angustia una oportunidad de 12 meses pero cuando estamos rodando sobre ella pedimos cada vez con más anticipación la llegada de otra oportunidad. Difícilmente puedes recordar diez cosas buenas de cada mes y míranos aquí, esperando por un año nuevo, esperando por doce meses para emprender, para tener dinero, para triunfar laboralmente, para reconstruir un corazón roto, para volver a nuestro hogar. Ciertamente todos los años traen consigo cosas buenas y cosas no tan buenas pero, si en algo estoy seguro es que cada año trae y nos regala mucha sabiduría, es imposible creer que a principio de año cada uno de nosotros se situaría aquí, yo escribiendo en una laptop frente a una ventana donde no se alcanza a observar siquiera una estrella por la enorme neblina que asfixia el cielo, escuchando "I giorni de Ludovico", intentando sacar este articulo a la fuerza porque mi cuerpo está en este cuarto frio pero mi mente esta en otro país, añorando un crepúsculo, esperando el día, esperando el sol, esperando lo que uno ni sabe que espera. Pues bien, ninguno de nosotros estamos donde imaginamos siquiera, es posible que algunos se encuentren mejor de lo que esperaban y otros no tanto, por cierto que no me gusta hablar de forma negativa, muchas veces me quedo varios minutos tratando de sacar una línea donde no tenga que poner " mal o no " Tal vez esa alguna de mis metas para el año que viene. Es difícil determinar donde estaremos siquiera mañana a esta misma hora, mucho más difícil es saber dónde estaremos dentro de un año, pero es aquí donde entra la magia o aquella oportunidad, esa oportunidad que amerita doce uvas, un brindis y un gran abrazo, una oportunidad tristemente se evapora al pasar de los días, de las semanas, de los meses.
No importa si esperas con ansias el año que viene, no importa si solo quieres olvidar este año o si por el contrario no quisieras que acabara, no importa si tienes esperanzas o si el año llega sin color, no importa lo que pienses del año que muere y del que nace, lo que importa es lo que harás. El tiempo es relativo y una hora no determina el rumbo de nuestra vida, nuestras acciones si lo determinan. Reflexiona, llora, recuerda y sonríe por este año que está padeciendo, que está muriendo y que te ha entregado mucho. Perdona a quienes te hicieron un día gris o tal vez te oscurecieron el corazón, pide perdón y arrepiéntete pero no lo hagas por formalidad, el perdón no es la palabra en si, el perdón es lo que sienta tu vida, tu corazón, el perdón es la cicatriz que sana o la que aun duele, el perdón es una lagrima o un beso, el perdón es reír y sonreír. Abraza, abraza mucho, nunca te quedes con los abrazos que no te pertenecen, nunca le robes un abrazo a alguien, no sabes si sera el ultimo, no te conviertas en un acumulador de vacíos, no te quedes con lo que no te pertenece; abraza a tu familia, a tus hermanos, abraza mucho a tu madre, abraza a tu padre, abraza sin cesar a tu mascota, abraza como nunca a quien te tiene el corazón, abraza a un extraño, abraza a un conocido, abraza sin razón, abraza en vez de hablar, abraza porque nunca sabes si ese abrazo es el tesoro de alguien más, y abraza porque puedes hacerlo. Sonríe, sonríele a la gente, sonríe cuando triunfes, sonríe cuando fracases, sonríe para recordar y sonríe para vivir. ¿Cuantas historias no empiezan con solo una sonrisa? ¿Cuantos amores nacen desde una sonrisa tímida? Deja a un lado el orgullo, este es muy poderoso y te malgasta, te lastima y te lo cobra muy caro; el orgullo ha separado muchas almas, muchas amistades, muchos amores. ¿Cuantas personas perdiste este año por orgullo? ¿Cuantos arrepentimientos te ha costado el orgullo este año?
El orgullo nos cuesta muchas sonrisas, muchos abrazos, muchas alegrías, el orgullo no nos permite perdonar, el orgullo nos trae soledad, el orgullo lastima nuestro corazón y lo vuelve débil ante el amor. Ser orgulloso no trae mucho éxito, pero el orgullo nos enseña, de forma poco ortodoxa pero lo hace, el orgullo te da una lección por cada lágrima que te hace derramar, el orgullo se lleva a las personas buenas y no permite que se acerquen más. ¿Entonces? Deja a un lado el orgullo, perdona, pide perdón, repara lo que has roto, abraza, sonríe y ama... No permitas que el orgullo acabe con un año más en tu vida, no permitas que el orgullo se lleve lo bueno de tu vida y te robe las oportunidades que no te dejo ver.
Tal vez de este año lamento no aprender más, lamento no haber pedido perdón antes y extraño con nostalgia no estar en casa, extraño que se acaba el año y siento que la soledad me persigue y no es que moleste, pero cuando estas en un cuarto oscuro frente a una laptop y no sabes ni para que escribes esto, es entonces cuando te das cuenta que todo tiene más sentido si haces algo para alguien más, si alguien más te mueve las fibras, si alguien más te empuja a ser mejor.
Lamento haber perdido personas pero también agradezco aquellas que están aqui, no físicamente pero me acompañan en la soledad, se alegran de mi travesía y me recuerdan porque este año fue tan importante, a fin de cuentas como este año ningún otro llegara.
"El fin de año más que para esperar debe ser tomado como una evaluación para mirar atrás"